7/3/23
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Cirugia de prostata para crecimiento benigno

¿Qué es la cirugía de próstata y cuándo se recomienda?

La cirugía de próstata, también conocida como prostatectomía, es un procedimiento para extirpar parcial o totalmente la glándula prostática. Se recomienda principalmente en casos de cáncer de próstata localizado o hiperplasia benigna de próstata que no responde a otros tratamientos.

La cirugía de próstata para el agrandamiento benigno es un procedimiento común con muchos beneficios, también se le llama prostatectomía. Para cualquiera que esté considerando someterse a la operación, entender qué esperar antes y después del procedimiento puede ser clave para tomar una decisión informada sobre si proceder o no.

En esta entrada del blog, exploraremos lo que implica la cirugía de próstata para el agrandamiento benigno, sus posibles complicaciones y efectos secundarios, así como consejos y asesoramiento sobre la mejor manera de prepararse para la operación. Si se familiariza con todos estos factores, podrá tomar una decisión informada que sea adecuada para usted y su salud.

Visión general de la cirugía de próstata para el agrandamiento benigno

La cirugía de próstata para el agrandamiento benigno es un procedimiento médico en el que se hace extirpación de quirúrgicamente la próstata agrandada o se reduce su tamaño. El objetivo de esta operación es reducir los síntomas del agrandamiento de la prostata próstata, como dificultad para orinar, micción frecuente y mayor urgencia miccional. También puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar complicaciones graves como infecciones del tracto urinario y cáncer de vejiga.

La operación en sí suele realizarse bajo anestesia general, con el paciente tumbado boca arriba. El cirujano hará una incisión en la parte inferior del abdomen, cerca del pubis. A partir de ahí, introducirá un instrumento llamado resectoscopio a través de la uretra hasta la vejiga. Este instrumento contiene una cámara diminuta que permite la inspección visual de la próstata. Una vez dentro de la próstata, se utilizan uno o varios instrumentos para extirpar todo o parte del tejido afectado. Si sólo se extirpa una porción de tejido, se denomina resección transuretral (RTUP). Si es necesario extirpar todo el tejido afectado, puede estar indicada una prostatectomía radical.

La recuperación de ambos tipos de intervenciones puede variar mucho en función de factores individuales como la edad y el estado de salud general. No obstante, en general, la mayoría de los pacientes afirman sentir algunas molestias y fatiga durante la recuperación; sin embargo, esto suele remitir con el tiempo si se descansa y alimenta adecuadamente. Muchos hombres también pueden experimentar incontinencia urinaria o disfunción eréctil después de la cirugía de próstata – estos problemas suelen mejorar después de varios meses después de la operación, sin embargo, es importante seguir consultando con su médico acerca de cualquier preocupación que pueda tener durante este período con el fin de garantizar la curación adecuada y el control de los síntomas.

Tipos de cirugía de próstata para el crecimiento benigno

Resección transuretral de próstata monopolar

Existen varios tipos de cirugía de próstata para el agrandamiento benigno, cada uno con sus propias ventajas e inconvenientes. El tipo más común es la resección transuretral de próstata (RTUP), que consiste en extirpar parte de la próstata a través de la uretra. La RTUP puede ayudar a reducir los síntomas del agrandamiento de la próstata, como la dificultad para orinar o el aumento de la urgencia miccional. También puede reducir el riesgo de complicaciones como el cáncer de vejiga y las infecciones urinarias. Sin embargo, algunos pacientes pueden sufrir efectos secundarios como disfunción eréctil e incontinencia.

Resección transuretral de próstata bipolar

Actualmente existe la resección transuretral de próstata bipolar, la cual es una técnica que permite mejor sangrado, menor tiempo de cirugía y un alta mas rápida a domicilio.

Otro tipo de cirugia de prostata para el agrandamiento benigno es la adenomectomía o prostatectomía simple, que consiste en extirpar toda la glándula prostática. Esta operación tiene una tasa de éxito mayor que la RTUP, pero también conlleva riesgos y efectos secundarios más importantes, como impotencia e incontinencia en algunos casos. Sin embargo, algunos estudios sugieren que los hombres que se han sometido a una prostatectomía radical pueden tener un riesgo menor de desarrollar un cáncer de próstata agresivo o metastásico que los que no se han sometido a este tipo de cirugía.

Por último, otra opción son las cirugías técnicas mínimamente invasivas, como la ablación con láser GreenLight o la crioterapia, técnicas que consisten en utilizar láser o temperaturas frías para destruir parte orina del tejido prostático agrandado sin tener que extirparlo quirúrgicamente. Estos procedimientos suelen requerir menos días de hospitalización y menos tiempo de recuperación que otras formas de cirugía; sin embargo, no siempre consiguen aliviar los síntomas o reducir el riesgo de complicaciones asociadas al agrandamiento de la próstata.

Independientemente del tipo de intervención quirúrgica a la que decida someterse para tratar la hiperplasia benigna de próstata (HBP), es importante que se informe sobre todos los posibles riesgos y beneficios para poder tomar una decisión informada que sea adecuada para usted y su salud. Hable con su médico sobre cualquier duda o preocupación que pueda tener antes de decidirse por un plan de tratamiento.

Cirugía láser de próstata

La cirugia de prostata con láser de próstata es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado para tratar la hiperplasia benigna de próstata (HBP). A diferencia de las cirugías tradicionales, como la resección transuretral de la próstata (RTUP) o la prostatectomía radical, la cirugía de próstata con láser no implica cortar ni extirpar ningún tejido, va coagulando y vaporizando. En su lugar, utiliza haces de luz de alta energía para localizar con precisión el tejido enfermo y destruirlo, preservando al mismo tiempo el tejido sano circundante. Este tipo de intervención puede recomendarse a pacientes cuyos síntomas son leves y no responden a la medicación u otros tratamientos.

Entre las ventajas técnicas de la cirugía de próstata con láser se incluyen un menor tiempo de recuperación, menos dolor, menos efectos secundarios como impotencia o incontinencia y menor riesgo de infección. Además, este procedimiento puede realizarse con anestesia local en lugar de anestesia general, lo que reduce los costes y los riesgos asociados a la anestesia general.

Algunos de los posibles riesgos asociados a la cirugía de próstata con láser son la irritación del revestimiento de la vejiga, el sangrado de la uretra, la disfunción eréctil en algunos casos y las infecciones del tracto urinario en casos poco frecuentes. Es importante comentar estos riesgos con su médico antes de someterse a este tipo de intervención para que pueda tomar una decisión informada sobre su plan de tratamiento.

En general, la cirugía láser de próstata es una opción de tratamiento segura y eficaz para muchos hombres que padecen hiperplasia benigna de próstata. Suele tener efectos secundarios mínimos en comparación con otras formas más tradicionales de cirugía, lo que la convierte en una opción atractiva para algunos pacientes que buscan alivio de sus síntomas sin someterse a una intervención quirúrgica mayor.

Cirugía láser verde para hiperplasia prostática (vaporización con Green Light)

La cirugía con láser verde es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado para tratar la hiperplasia prostática benigna (HPB). Este tipo de tratamiento utiliza un láser de alta potencia para localizar y vaporizar el tejido prostático, preservando al mismo tiempo el tejido sano circundante. Al dirigirse con precisión al tejido prostático agrandado y vaporizarlo, puede ayudar a reducir o eliminar los fragmentos síntomas urinarios causados por la patología HBP.

El sistema láser GreenLight utiliza un láser de titanil fosfato de potasio (KTP) que emite un haz de luz verde a 532 nanómetros, lo que permite un tratamiento más preciso del tejido prostático con un daño colateral mínimo al tejido sano con una coagulación inmediata de los vasos. Esto permite al paciente un mejor control de los síntomas con menos efectos secundarios que otras formas de tratamiento, como los medicamentos o las cirugías tradicionales.

Algunos de los beneficios potenciales asociados a la cirugía láser GreenLight incluyen estancias hospitalarias más cortas y tiempos de recuperación más rápidos en comparación con las cirugías tradicionales, menos dolor postoperatorio, menos riesgos de infección y hemorragia, y mejores niveles de continencia en la mayoría de los casos. Además, algunos hombres pueden experimentar menos disfunción sexual tras este tipo de técnica de cirugía que tras una prostatectomía radical o una resección transuretral de la próstata (RTUP).

Sin embargo, también existen algunos riesgos potenciales asociados a la cirugía con láser GreenLight, como irritación del revestimiento de la vejiga y la uretra, disfunción del sistema eréctil en algunos casos, cicatrización de la abertura de la vejiga (denominada estenosis) y, en raras ocasiones, infecciones del tracto urinario. Es importante que hable de estos posibles riesgos con su urólogo médico antes de decidir si este tipo de técnica de tratamiento es adecuado para usted.

En general, la cirugía láser GreenLight puede ser una opción de tratamiento eficaz para muchos hombres que padecen hiperplasia benigna de próstata (HBP). A menudo tiene menos efectos secundarios que otras formas más tradicionales de cirugía, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes buscan alivio de sus síntomas sin someterse a una intervención quirúrgica mayor.

Posibles complicaciones y efectos secundarios de la operación de próstata

Las posibles complicaciones y efectos secundarios de la cirugía de próstata pueden variar en función del tipo de procedimiento realizado. Los efectos secundarios más frecuentes son dolor, inflamación, hemorragia, infección y dificultad para orinar. También pueden producirse daños nerviosos durante determinados procedimientos, lo que puede causar disfunción eréctil o incontinencia. En raras ocasiones pueden surgir complicaciones más graves, como perforación de la vejiga o absceso abdominal. Además, el riesgo de desarrollar cáncer de próstata aumenta ligeramente con cualquier tipo de cirugía que afecte a la glándula prostática. Es importante comentar todos los posibles riesgos con su médico antes de someterse a cualquier tipo de intervención.

Un sangrado posterior a la cirugía puede producir la formación de fragmentos coágulos, los cuales en caso de no ser retirados oportunamente pueden producir un gran coagulo que requiera cirugía para ser eliminado.

En cuanto a los problemas urinarios tras la cirugía de próstata, la mayoría de los hombres experimentarán cierto grado de pérdidas de orina durante un periodo de tiempo tras la intervención, hasta que los músculos de la vejiga recuperen su fuerza. Algunos hombres pueden necesitar tratamientos adicionales, como medicación o modificaciones del estilo de vida, para favorecer la continencia urinaria y reducir los síntomas asociados. Además de los problemas urinarios, los hombres también pueden experimentar efectos secundarios sexuales tras la cirugía de próstata, como disfunción eréctil o pérdida de libido. Aunque estos problemas suelen remitir con el tiempo, la medicación y la terapia pueden ayudar a controlarlos en algunos casos.

En general, es importante que el paciente hable con su médico antes de tomar una decisión sobre si someterse o no a cualquier tipo de cirugía de próstata. Él podrá explicarle los riesgos y los posibles beneficios para que pueda tomar una decisión informada que sea adecuada para usted y su salud.

Algunos pacientes pueden cursar con insuficiencia renal unos dias posterior a la cirugía, la cual remite por si sola sin dejar ningún efecto secundario.

Al termino de la cirugía se deja una sonda de tres vías, la cual puede producir ardor o dolor en el pene, esto es algo temporal que desaparece al retirar la sonda.

Preparación para la intervención – Consejos y recomendaciones

Antes de someterse a cualquier tipo de técnica de operación de próstata, es importante prepararse tanto física como mentalmente. He aquí algunos consejos y recomendaciones que le ayudarán a prepararse para la intervención:

  1. Programe un examen preoperatorio con su médico: Se trata de un paso importante, ya que puede ayudar a detectar cualquier problema de salud subyacente que pudiera afectar al éxito de la intervención. Durante esta visita, asegúrese de preguntar a través de su médico cualquier duda o preocupación que pueda tener sobre la intervención.
  2. Siga las instrucciones sobre dieta y medicación: Es posible que su médico le recomiende ajustar su dieta o suspender ciertos medicamentos antes o después de la cirugía intervención. Asegúrese de seguir cuidadosamente todas las instrucciones para reducir el riesgo de complicaciones durante o después de la operación.
  3. Organice el transporte y los cuidados postoperatorios: Asegúrese de planificar con antelación los conductos desplazamientos al hospital y de vuelta, así como los cuidados postoperatorios necesarios, como la reposición de la medicación, la fisioterapia o el cuidado de las heridas.
  4. Evite las actividades extenuantes: Absténgase de hacer ejercicio o participar en otras actividades extenuantes cerca de la fecha de su cirugía, ya que pueden aumentar el riesgo de desarrollar complicaciones.
  5. Manténgase informado: Manténgase al día sobre la información relacionada con la salud de la próstata leyendo libros, asistiendo a seminarios educativos y hablando con otros pacientes que se hayan sometido a procedimientos similares. De este modo se asegurará de tomar las decisiones adecuadas para su prostata situación de crecimiento personal.

Siguiendo estas pautas, podrá garantizar un resultado seguro y satisfactorio a través de su intervención quirúrgica de próstata. También es esencial que se mantenga en estrecho contacto con su equipo médico antes, durante y después de la intervención para controlar cualquier conducto cambio en el estado o los síntomas que puedan ser motivo de preocupación.

Qué esperar después de la cirugía de operación de próstata

Posterior a la cirugía se te dejara una sonda transuretral durante un tiempo de 24 a 48 horas, esta sonda se te retirara sin complicaciones en el consultorio transcurrido este tiempo.

Tras la cirugía de próstata, los pacientes pueden experimentar diversos efectos secundarios. Entre los más frecuentes se encuentran la incontinencia urinaria, la disfunción eréctil y cambios en la sensación del orgasmo. Es importante señalar que, aunque estos síntomas son frecuentes, no son necesariamente permanentes. Con el tiempo y los cuidados adecuados, la mayoría de los pacientes pueden volver a su estilo y calidad de vida normal.

¿Cuáles son los principales tipos de cirugía de próstata disponibles?

¿Cómo afecta la cirugía de próstata al ejercicio físico posterior?

¿Cuáles son los principales tipos de cirugía de próstata disponibles?

Después de la cirugía, el paciente debe evitar actividades físicas intensas durante al menos 4 a 6 semanas. Gradualmente puede reanudar ejercicios ligeros como caminar, pero siempre bajo supervisión médica para prevenir complicaciones.

¿Cuál es el papel del ejercicio físico en la recuperación postoperatoria tras una cirugía de próstata?

El ejercicio físico moderado ayuda a mejorar el flujo sanguíneo, reducir el riesgo de coágulos y acelerar la recuperación general. Ejercicios específicos como Kegel pueden fortalecer los músculos del suelo pélvico y mejorar el control urinario.

¿Existen riesgos asociados con realizar ejercicio físico demasiado pronto después de una cirugía de próstata?

Sí, retomar el ejercicio demasiado pronto puede aumentar el riesgo de sangrado interno, infección o hernia incisional. Es crucial seguir las pautas médicas para asegurar una recuperación segura y efectiva.

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